En el reino de Corazion, una antigua profecÃa está a punto de cumplirse. Según la leyenda, el reino se acabará con el decimoctavo rey si no se recuerda el secreto del guisante. Sebastian, consejero del monarca, trabaja dÃa y noche para desvelar las pistas de dicho secreto.
Mientras, y en virtud de una antigua ley, el malvado prÃncipe Laird, primogénito del rey, pierde el derecho a la sucesión en beneficio del prÃncipe Heath, más joven que él. Laird se venga un año después cambiando a su hija recién nacida por la de Heath, con lo que pretende que la verdadera sucesora se crÃe como una plebeya sin que nadie lo sepa. AsÃ, su hija, Hildegard, es educada como si fuera la hija de Heath sin que ninguno de los dos conozca su verdadera identidad.
Los años pasan, y un buen dÃa el prÃncipe Rolo, del cercano reino de Arveya, llega a Corazion buscando una princesa para casarse. La princesa Hildegard resulta ser una maleducada y una egoÃsta, y las demás princesas tampoco le entusiasman demasiado. Al final Rolo se acaba enamorando perdidamente de una campesina, Daria. Él sabe que debe casarse con una mujer de sangre real, pero el ideal de Daria de crear un reino en el que todo el mundo sea amable y bueno lo engancha completamente.
Sin embargo, Laird ha decidido acabar con el reinado de Heath y empieza destrozando el romance entre Rolo y Daria. AsÃ, convence a los habitantes del reino de que incendien el escondite de Daria... ¡con ella dentro! Creyendo que su amada ha muerto, Rolo accede a casarse con Hildegard. Pero, aunque él no lo sabe, Daria ha sobrevivido al incendio y se dirige hacia el castillo. Por su parte, Sebastian acaba descubriendo el secreto del guisante, pero resulta herido y delira, y lo llevan al castillo para curarlo.
El dÃa de la boda, Daria termina en el castillo, subiendo por una escalera hasta la cima de veinte colchones. Mientras, Sebastian vuelve en sà y Laird prepara su jugada. La historia se resuelve con un apoteósico final que responde a la pregunta: ¿Qué distingue a una verdadera princesa?.