Cada dÃa por la mañana me levantaba y observaba la inmensidad del mar, ese mar por el que un dÃa llegue a esta tierra de sin sabores, ese mar por donde parti dejando atrás tanto, dejándola detrás a ella.
Juro que darÃa mi alma por saber como esta, si es feliz, si ha hecho su vida con otro hombre, si cuando se levanta y mira a su entorno sonrÃe o llora......yo....no he podido volver a encontrar a nadie como ella. Apareció cuando la duda me asaltaba y se convirtió en imprescindible, aún asà me pudieron mis temores y cobardemente me fui.
La mañana de mi partida fue oscura, estuvo allà junto mÃa hasta el ultimo momento. Aun recuerdo sus lagrimas, esas que se clavaban dentro mÃa y quemaban mas que las balas, esas que me hicieran dudar de irme....pero fui tonto.
Nos abrazamos durante dos interminables minutos. Nos prometimos no olvidarnos y aun la recuerdo, pero me duele pensar en ella -¿por qué no me quede y fui feliz?-
Eso me pregunto cada dÃa, cada instante, en cada suspiro que doy la noto, veo en cada sueños sus ojos y su sonrisa, la que hacia que mi corazón palideciera. Me enamore de ella pero nunca se lo dije, era....única.
No puedo dormir y estoy desesperado, salgo al trabajo, vuelvo y vivo hasta morir cada noche pensando en su recuerdo. Siempre sueño con ella; por la mañana me levanto triste. No veo solución a esto -¿volver tal vez?- -¿y si me ha olvidado?- entonces seria aun más doloroso.
Voy a mi oficina, es un trabajo bien pagado. Nada me falta....¿o si?. Mi jornada laboral es corta, ¿afortunado?.
Llego a casa con la estúpida ilusión de que su voz me salude al entrar y solo me recibe un profundo silencio.
Por la tarde paseo por la ciudad por la cual le fui infiel a mi amada, la miro, edificio a edificio, con asco y vuelvo de madrugada a mi casa vagando por las calles como un mendigo, me recibe el mismo silencio asfixiante. Me acuerdo de los dÃas que dormÃa junto a ella y al despertar la veÃa sonriente mirándome, darÃa mi vida por volver a eso, aquello dÃas....
Cuando me miro al espejo veo mis manos raidas por el paso de los años, me acuesto y duermo pesadamente, delante de mi ventana....delante del inmenso mar.
Despierto y....¡¡¡¡ELLA ESTA JUNTO A MI!!!!. Veo su sonrisa , la abrazo, lloro de alegrÃa y me aparto. La sorpresa se dibuja en su rostro y con la mano me seco las lagrimas, mis manos....están jóvenes de nuevo; corro al cuarto de baño y veo que los años aun no han llegado a mi cara. Estoy pletórico.
Vuelvo a la cama y la cojo de las manos, le miro a los ojos y con voz entrecortada le digo - Te quiero -
Desconcertada por la situación y mi reacción una amplia sonrisa nace en su rostro y nos besamos.
Ahora somos uno, mi vida, te quiero. La abrazo y veo en la mesilla de noche un billete de barco. Me lanzo sobre el y lo despedazo, me giro a ella y digo:
-Prefiero estar junto a ti hasta que mi alma se apague a llorar tu perdida por la eternidad-
Nos volvemos a abrazar y respiro tranquilo al saber que solamente era una mala pesadilla |