Me ha venido la inspiración después de leer un hilo en el foro acerca de la hipocresÃa, y es que desde siempre he tenido un dilema...
De todos es sabido que vivimos en una sociedad hipocrita, donde nada es lo que parece, donde el más tonto puede ser el más cabrón, una sociedad en la cual reina la confusión, miremos por donde miremos. Siempre he tenido la misma pregunta ¿hasta qué punto sabemos la verdad sobre cualquier cosa...?. Ya sabemos que la historia la escribe quien gana la batalla, quien tiene el poder... Y ahà es donde quiero llegar, estoy segurisimo de que un alto porcentaje de nuestra historia está más que retocada a conveniencia de quien la escribió/contó. Algo que ha llegado a nuestros dÃas como una verdad en la que hemos creÃdo ciegamente, ya que los libros que nos han contado esas historias... no nos pueden mentir ¿verdad?, los profesores tampoco, las grandes entidades, innumerables documentos... ¿Y si los que nos enseñaron ya aprendieron de algo que era mentira o verdad matizada? nuestros padres, abuelos...
Hoy en dÃa la información la tiene quien tiene el poder, y está claro que toda información es manipulable al 100%. Si el gobierno o quién haya por encima nos quiere engañar lo hará, asà mismo cualquier medio de comunicación, o cualquier órgano que esté por encima de nosotros... y nosotros creeremos como tontos todo lo que nos cuenten, porque estamos habituados a ello.
Si de pequeños nos enseñaron que un trozo de madera con carbón por dentro se llamaba lapiz, nosotros lo creimos por naturaleza, nos lo impusieron, y asociamos ese nombre a ese objeto y a su función. Pero... ¿y si nos quisieron mentir? ¿y si ese objeto en realidad no se llamaba originalmente asà y no servÃa para lo que nos enseñaron? Está claro que nos pudieron mentir para ocultarnos esa verdad. Es un ejemplo muy tonto y que no tiene sentido, pero lo podriamos aplicar a cualquier aspecto de nuestras vidas. El ejemplo más claro está en la iglesia, que nos vendieron que el sexo era pecado, hasta hace relativamente pocos años el sexo ha sido un tema tabú...
No digo que vallamos de incrédulos por la vida, pero tampoco podemos ser tan inocentes. Ahora mi única verdad soy yo mismo... |