¿Eres joven? ¿Tienes ''problemas'' en tu casa, verdad? Discutes con tu madre por horarios o por recoger el cuarto?
Esta historia no es más que para darle importancia a esa familia que siempre ha estado y estará con nosotros y que parece que con determinadas edades queremos perder de vista.... Piensa en lo que tienes y en lo que hacen por tí.
En un intento por cambiar las cosas, en la cocina dos hermanas, la grande preparaba una tarta.
-Que menos, que con los disgutos que le damos, una tarta por su cumpleaños... Y mas con esto del divorcio... ya esta bien de cargar tanto a mamá...Promete que colaborás con portarte mejor.
-La pequeña, aun sin enternder bien lo que esa palabra, ''divorcio'' significaba, asentia con la cabeza y miraba feliz a su hermana haciendo la tarta, miraba las fresas y la nata, y se imaginaba aquel pastel delicioso, digno de un estante en la estanteria de cualquier cafetería. Por supuesto aquel pastel no sería ni mucho menos lo que Ana, la pequeña,imaginaba, pero como todos los niños su imaginación volaba con cualquier tontería.
Ana estaba ilusionada, en su casa, solo había gritos y gritos, pero aquella mañana se sentía feliz, miraba a su hermana haciendo la tarta y imaginaba como ella, su hermana y su madre comian aquella tarta casi de boda que ella imaginaba.
Ana al fin se sentia agusto allí, y esque, con solo 8 años, Ana había sufrido situaciones que ningun niño devería de experimentar.
Con una sonrisa de oreja a oreja, fué preparando todo lo que Sara, su hermana, le pedía que hiciese: Que si sacase el molde, que se pusiera un paño, que se sacara la batidora.... Ana lo hacía todo ilusionada, más como un juego que como una labor.
En 20 minutos, los ingredientes estaban listos, todo en su molde y Sara se disponía a meter el molde en el horno. Ana veia la capa de arriba, sin fresas ni nata, en ese momento veía aquel horno como algo mágico, pues imaginaba que de ahí saldría aquella gran tarta.
Pero Ana nunca llegó a provar,nisiquiera mirar esa tarta. Sara, tras meter el molde en el horno...
-Yo voy a recoger el comedor, quiero que hoy todo esté perfecto, tu espera aquí y cuando el horno suene, me avisas, luego solo hay que echarle esta nata con la manga y poner las fresas por encima, ya veras que bonita queda.
Ana estaba entusiasmada, ya se imaginaba, con la manga pastelera haciendo montoncitos de nata y colocando las fresas creando casi una obra de arte, se sentia importante.... Y tuvo una idea de esas que tienen los niños...
Cuando llame a mi hermana tendré la tarta preparada, yo le pondré la nata y las fresas, ya veras ya veras... Se va a sorprender muchisimo- Pensaba la feliz niña.
Pasaba mucho tiempo, para ella,una eternidad mirando la ventanita del horno, aquella especia de bizcocho semi naraja cada vez crecía más.
Mi hermana solo dijo 10 minutos.... Habrán pasado dos horas -pensaba Ana con aquella exageraciones y ansias que siempren tienen los niños al hacer cosas de ''mayores''
Asi que ana, con un pañito en las manos, como había visto mil veces hacer a su madre, sacó con muchisimo cuidado la tarta y la puso sobre la mesa.
Ana lo estaba haciendo muy bien, no se habia quemado con el molde, no se le habia roto el bizcocho, y la nata no estaba del todo mal puesta sobre el pastel.
Pero, ¿Como una niña de 8 años iba a recordar apagar el horno? Ella solo habrió la puertecilla del horno y saco el molde con cuidado, sin tocar nada....
Sara estaba en su habitación, le había dado tiempo de limpiar el comedor, y pensó que quitar un poco de ropa de la cama no estaría de más, puesto que su madre no era ninguna exclava para andar recogiendo trapitos que llevan las adolescentes de ahora.
Sara empezó a impacientarse... Habían pasado al menos 15 minutos, y Ana no le había avisado... ¿Que travesura estaría haciendo ahora esta niña?- Pensó sin darle del todo importancia...
Sara paso por el pasillo, el comedor, otro pasillo más, se paró un momento a recoger un abrigo que se había caido del perchero de la entrada...
Entonces se dirigió a la cocina... Intento abrir la puerta, estaba cerrada...
-¿Ana? Ana,¿Que haces? ¡Abremé!... Entonces se percató de que salia mucho humo por deabjo de la puerta... salia por abajo, le subia por los pies, y en poco tiempo le llegaba a la cintura, mientras ella daba gritos desesperados a su hermana.
Sus gritos pararon con el sonido de la puerta, era su madre, que en cuestión de un segundo se plantó en la puerta de la cocina, dandolé patadas, pues ella si había oido los gritos de Ana, que Sara, tan concentrada en el humo y en el intento por abrir aquella maldita puerta,nisiquiera escuchó.
Patadas y más patadas, ¿ Que le pasaba a aquella puerta? Sara se avalanzó sobre el telefono... Nerviosa... pensó los bomberos ¿cual es el numero,cual es el numero?... Cogio la pequeña agenda que siempre había sobre la mesilla del telefono y temblando intentaba buscar el numero de los bomberos...
Maite, la madre de las niñas con lagrimas por la cara decía:
-Tranquila Ana tranquila, voy a entrar apartate de la puerta...
-A llantos puros la niña contestaba no puedo... Me arde la ropa... y un grito de la pequeña.... eterno... acabo con aquella situación.
Como si el tiempo se hubiera parado, Sara con el alma destrozada dejaba caer aquella agenda al suelo, y Maite se tiraba al suelo desesperada... impotente ante la situación, acababa de perder a su niña...
En la lentitud de aquellos momentos, la sirena de los bomberos se oía en el piso de abajo, muchos pasos por las escaleras del portal, y alguien que rompia primero, la puerta de la entrada y luego aquella puerta de la cocina que dejo salir la humarea.
En 10 minutos se había terminado, Sara y Maite permanecían en la misma postura, paralizadas, con las lagrimas por la cara y sin pestañear.
Poco a poco Sara fué reaccionando, se avalanzo sobre su madre llorando como nunca había hecho. La madre estaba destrozada...
-Tanto dolor, esto es imposible.. no está pasando, no esta pasando..- pensaba
Pero Sara entenía lo ocurrido, y empezó a pensar: estaba tan feliz con aquella tarta, se le veia tan feliz... ¿Por que se encerró en la cocina?
Todo lo entendió cuando entre escombros vió aquel mode de metal sobre lo que antes era un bonita mesa de cocina....
Dos bomberos, y un pequeño cuerpo tapado por sabanas... Así se iban todos los recuerdos, todo esos momentos, y los que se suponen, llegarían ahora que las cosas empezaban a estar mejor.
ANA, UNA NIÑA QUE AL FIN SENTIA FELICIDAD, Y MAITE Y SARA, DESTROZADAS POR LA PERDIDA DE AQUELLA NIÑA QUE DESDE UN TIEMPO NO SONREÍA.
:: XiRa ::
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