Lourdes y yo fuimos a pasar un dÃa en la montaña. Acampamos en un sitio en el que no habÃamos estado nunca.
Cuando atardeció decidimos ir a dar una vuelta a ver que encontrábamos por allÃ.
Todo estaba en orden, todo era precioso como siempre.
Cuando llegó la noche, nosotras hicimos un pequeño fuego en un recipiente metálico junto a nuestra tienda. Estuvimos allà cantando y contándonos historias más de dos horas. Nos lo estábamos pasando muy bien, y estábamos muy a gusto.
A la una de la madrugada decidimos acostarnos ya que al dÃa siguiente querÃamos seguir inspeccionando el sitio.
Apagamos las luces, y todo estaba muy oscuro. Se escuchaban ruidos muy siniestros y raros, de animales que andaban por allÃ.
Ya eran las tres y todavÃa no habÃamos conseguido dormir. Entonces escuchamos mucho ruido de alguien o algo andando muy fuertemente. Cuando salimos a fuera habÃa un gran oso de color marrón, con unos dientes muy grandes y afilados.
Las dos salimos corriendo de allà con lo puesto, dejando todo esparcido por allÃ.
Al buen rato cuando volvimos asustadas, resulta que el oso habÃa sido un amigo nuestro; Ramón, que nos habÃa seguido junto con Raúl y Pablo.
Vaya noche que pasamos… La próxima vez estaremos mucho más preparadas y atentas a todo lo que pase a nuestro alrededor. |