Bien, os cuento una anécdota que me ocurrió ya hace varias semanas. Resulta que iba a ir para Dos Hermanas porque habÃamos quedado allà con gente, y claro también nosotros tenÃamos que ir para allá.
Cogimos el autobus de Montequinto y llegamos a Viapol, justo detrás de la parada está la estación de tren de San Bernardo. Total, que decidimos echarle valor a la cosa y no compramos los tickets, ya que otras veces (sobretodo yo) no lo hemos comprado y no nos ha pasado nunca el tÃo este de los tickets.
Pues bien, llega el tren, entramos y pasamos una parada, otra y lo más gracioso es que vemos que el nota ese está en el siguiente vagón. Sospechosamente vemos a un chico y una chica que se cambia a nuestro vagón ya que era el último. El de los tickets se seguÃa acercando, y nosotros nos fuimos para la puerta del tren. Entró en nuestro vagón y pidió a los primeros pasajeros su ticket. Vaya suerte la nuestra que justamente se para el tren en... BELLAVISTA!!!
Pues nada, nos bajamos sin dudarlo junto con los dos chicos aquellos y la frustación nos invadÃa. ¿Cómo llegamos ahora a Dos Hermanas?¿Andamos por la vÃa? En fin, al momento descartamos esa idéa porque era algo descabellado.
Salimos de la estación y nos encontramos entre las tipicas calles de un pueblucho y sin saber por donde tirar ni nada de nada, tuvimos la suerte con topar de frente con el hospital Virgen del Valme. Claro, eso ya nos lo indicaba todo, al lado de ese hospital habÃa una parada donde a la cual nos dirijimos y después de esperar alrededor de una hora al autobús, conseguimos ir a Dos Hermanas y, aunque muy tarde, llegar a nuestro encuentro.
Si, puede ser una historia aburridilla, pero os aseguro que en aquel momento los tenÃa de corbata, por el de los tickets y por bajar a un pueblo donde no me sonaba nada de lo que veÃa.
A partir de entonces, me gasté los 1,15€ que cuesta el ticket, y lo más gracioso es que cuando fuimos otro dÃa, meditamos si comprarlo o no, yo me lancé y lo compré al igual que los demás, vaya la ''papa'' que tuvimos, que justo en el vagón que nos sentamos, apareció un pica-tickets. Vaya acojone. |